La ciencia de la atención — Sesgos cognitivos

La ciencia de la atención — Sesgos cognitivos

La mentira más grande que te cuenta tu cerebro todos los días es que la principal tarea de tu cerebro es pensar. En realidad tu cerebro es una máquina de conjeturas, mañas e inventos que existen para justamente evitar pensar. En este programa vamos a desenmarañar toda esa red de mentiras que tu cerebro te ha dicho.

Contexto

En 2002 un filósofo especializado en psicología conductual ganó el Premio Nóbel de Economía. Digo, qué mejor manera de empezar un tema contradictorio que comenzar con la contradicción con la que empezó todo.

En 2002 un psicólogo se puso de pié frente a todos los economistas del mundo y les dijo: “Durante todo este tiempo, ustedes han pensado que los humanos son una especie económica.

Es decir, que llega a resultados por medio de un proceso lógico y de análisis, que le permite sopesar los beneficios y los riesgos, y que cuando tratamos de anticipar el comportamiento de una persona, podemos asumir que siempre va a tomar la decisión que le arroja el mayor beneficio. Todos ustedes están mal”.

El psicólogo del que les estoy hablando se llama Daniel Kahneman. Una de las personas más importantes en el campo llamado “Behavioral Economics”.

Básicamente el trabajo de Daniel junto con otros expertos en el tema como Richard Theler y Dan Ariely, todos de los que pueden leer sus libros, es el de demostrar que los humanos son, básicamente, irracionales y que constantemente tomamos decisiones arbitrarias.

Daniel tituló su libro “Thinking fast and thinking slow” en dónde introducía el concepto de que hay dos maneras de pensar, una automática orientada a respuestas rápidas e instintivas, y otra más lenta, racional.

Richard Theler escribió un libro llamado “nudge” en dónde hablaba de cómo podemos controlar a esa parte irracional “guiandola” con pequeños pasos para llevarla a una dirección en particular.

Dan Ariely escribió un libro llamado Predictably Irrational en dónde conjunta varios estudios en dónde se demuestra la irracionalidad y cómo puede replicarse en estudios de laboratorio, es decir, demostró que no es algo en situaciones peculiares. Es replicable.

Pero todas estas personas eran psicólogos o economistas. No tomó mucho tiempo para que llegaran los neurocientíficos, las personas que entienden no solo el comportamiento de las personas, sino las estructuras cognitivas que generan ese comportamiento.

Mis favoritos son Lisa Feldman y Dan Gilbert. Siendo Stumbling on Happiness de Gilbert uno de los mejores libros que he leído, ever.

Lo que vamos a ver el día de hoy busca ser un gran, gran, gran resumen de lo que todas estas eminencias en sus respectivos campos han investigado durante décadas. ¿Listos? vamos.

Definición

En otros episodios hemos hablado de cómo el cerebro es mucho menos confiable de lo que creemos.

En el episodio de la metagcognición hablamos de la neuroplasticidad y la capacidad de adaptación en el cerebro.

En el capítulo de la motivación hablamos de cómo tu cerebro es un conjunto de estructuras con roles especializados que en conjunto afectan nuestros hábitos, con la liberación de algunas hormonas.

En estos episodios mencioné que la clave detrás de estos procesos es el enorme consumo energético que el cerebro representa para el cuerpo. Solo pesa el 2% de la masa corporal, pero ocupa el 20% de la energía que ingerimos todos los días.

El cerebro es una máquina hambrienta, es un motor V8 que consume galones de gasolina. Así que la maravillosa evolución la ha convertido en una eficiente máquina que reduce ese consumo energético al mínimo.

Los sesgos cognitivos, esta irracionalidad que todas estas eminencias ganadoras de Nobel encontraron, son el resultado de este proceso de eficiencia.

“Your brain is not for thinking. Everything that it conjures, from thoughts to emotions to dreams, is in the service of body budgeting.” Dice Lista Feldman.

El cerebro no es un órgano para pensar. Es un órgano de gestión. Tiene que gestionar los procesos subconcientes como que tu corazón lata y tu intestino absorba nutrientes; y también tiene que gestionar que no olvides ponerte pantalones o que recuerdes no comerte los mocos frente a tu suegra.

Los sesgos son “atajos” que el cerebro ha establecido en función de ser más eficiente con su presupuesto energético.

En el episodio de metacognición hablamos de estas “carreteras” que existen en nuestro cerebro, estas relaciones entre neuronas que ya existen y a las que el cerebro le dedica recursos para hacer más fuertes.

Pues un sesgo es un impulso eléctrico que utiliza una carretera previamente construída por el propósito de ser eficiente. Para recorrer un camino que ya existe.

Esto es el “sistema 1” que dice Daniel, el sistema por default, el primero al que el cerebro va a recurrir para tratar de resolver un problema porque es el más eficiente.

El sistema 2, el sistema racional, solo entra en momentos específicos, cuando el cerebro considera que el sistema 1 no está funcionando y entonces prende el motor V8 y comienza a pensar.

Por eso cuando piensas sientes que te cansas, literalmente vives todos los días pensando lo menos posible. Bienvenidos a la raza humana.

¿Cómo funciona?

Es importante aclarar que mientras que hemos observado que la gente es irracional como resultado de estos sesgos, el cómo esa irracionalidad se presenta y la calidad con la que podemos explicarla es algo que cambia todo el tiempo, así que lo que les voy a compartir es lo que entendemos hoy. Pero no quiere decir que no pueda cambiar en el futuro.

A la fecha hemos identificado casi 200 sesgos cognitivos, y continuamos agregando nuevos a la lista. Cada sesgo representa un comportamiento que hemos identificado en un grupo de personas y cómo se comportan bajo ciertos estímulos.

Y conforme tengamos nuevos estímulos (con nuevas experiencias y circunstancias) y nuevos grupos de personas vamos a seguir encontrando más.

A grandes razgos hemos encontrado 4 grandes “categorías” o “razones” por las que tenemos sesgos.

Sesgos que nos ayudan a procesar demasiada información.

Imagínate que tu cerebro procesara cada estímulo, cada idea, cada tweet que lees. No hay manera. Tu cerebro tiene que tener una manera de simplificar la información que percibe.

¿Cómo funciona?

Imagínate que estás escuchando a un líder político. Dice muchas palabras enredadas y difíciles, pero luego dice “ya basta a que se roben el dinero!”. Tu cerebro díce “hey, espera, esta es una idea que yo ya he tenido antes!” No importa todo lo demás que dijo, esto es importante, esa persona piensa como nosotros, almacenemos esto, listo.

O por ejemplo, esa marca de servicio de Internet que tooooodos parecen que dicen que es terriblemente mala. Obviamente tú no la vas a considerar, has escuchado hasta el cansancio lo mala que es, bueno, solo de dos extraños en Twitter, pero bueno, pensar es difícil, mejor quedémonos con la idea de que esa marca es mala y ya, listo.

O sea, básicamente, para procesar mucha información, tu cerebro prioriza información que ya previamente conoces o que refuerza las cosas que ya crees. Fácil ¿no? Definitivamente es más fácil reforzar cosas que ya se a tener que hacer un esfuerzo para aprender información nueva.

Sesgos que nos ayudan a hacer sentido de la incertidumbre

Tu cerebro odia la incertidumbre, odia que las cosas no hagan sentido. La incertidumbre es cansada, tenemos que pensar, tenemos que resolver problemas que no conocemos. Eso no nos gusta, así que mejor usamos un atajo para hacer que las cosas hagan sentido.

¿Cómo funciona?

Piensa en alguien de otro país, tal vez lo conoces por lo que has visto en la televisión, o por estereotipos exagerados o por cosas que has leído, o cosas que alguien te ha contado. ¿Conocer a alguien? Nah, yo no tengo idea de cómo vive alguien en Senegal, mejor me hago un estereotipo inventado y listo, no tengo que vivir sabiendo que hay alguien que no conozco o que no entiendo. Tu ya sabes todo de Senegal, tú sabes.

O piensa en esa última llamada que tuviste. Tu sabes perfectamente que está pensando la otra persona, obviamente está pensando en eso que tu crees que está pensando. No es que el subconciente de otro ser humano sea infinitamente complejo y que no haya manera de que tu puedas saber qué tiene en la cabeza otra persona. Pero tu sabes, tu sabes que ese “ajá” que escuchaste en la última junta era con ganas de joderte. Tú sabes.

Básicamente, estos son los sesgos que yo le denomino “los sesgos de chaqueta mental”. Básicamente son los de rellenar incertidumbre con cualquier mamada que tu cerebro se pueda inventar con tal de “saber” algo. Extrapolas, conjeturas, estereotipas y generalizas.

¿Que tu no sabes de neurobiología? No hay pedo, con escuchar una hora a una aparente figura de autoridad ya lo puedes saber todo. ¡Ni necesitas leer todos estos libros!

Sesgos que nos ayudan a tomar decisiones rápidamente

Seguramente te ha pasado que hay algo que tienes que hacer, que pospones días y semanas. Un día lo haces y resulta que te toma 5 minutos. Pues cuando el cerebro no sabe cuánto tiempo va a tomar algo, pues decide que no es importante y lo pospone.

Por eso es que la gente no entra a tu maravillosa página que está bonita pero no le ayuda a saber al usuario cuánto tiempo le va a tomar, porque el cerebro descarta cosas que toman esfuerzo si hay una alternativa de no esforzarse.

Aquí entran todos los sesgos que nos dicen que queremos evitar algo que genere un error, entonces mejor no lo hacemos, mejor no damos ese click, mejor nos quedamos con lo que conocemos porque eso es más rápido. Por eso la gente no explora tu app.

Este también es el sesgo de lo urgente sobre lo importante. Siempre lo simple y lo inmediato va a ser priorizado por el sistema 1

Sesgos que nos ayudan a decidir qué recordar

Si tu cerebro no puede procesar toda la información, ahora mucho menos digamos recordarla. Tu memoria también está sesgada porque el cerebro elige qué recordar y que no.

Si vieron “Intensamiente” o Inside Out, hay una parte donde Alegría y Tristeza entran a la parte del cerebro encargada de formar memorias. En esa zona se van “simplificando”, primero se hacen bidimensionales, luego se forman figuras abstractas, luego solo conceptos.

Pixar se informó con neurocientíficos para esa película, en serio. Ese proceso es una demostración gráfica de como funciona nuestra memoria. Reduce todo a bullets, a puntos clave y los simplifica.

Por eso la gente dice cosas estúpidas como “esta corriente sociopolítica es mala” porque eso es lo que almacenaron en su memoria. Están siendo reductivos porque así es como almacenamos información.

Ahora, piensa en una memoria importante para ti, lo más probable es que no recuerdes exactamente como sucedió. Lo más probable es que recuerdes algún olor o una textura, o si sonaba alguna canción, también puede que recuerdes cómo te sentías. Eso nos dice que el cerebro genera memorias a partir de experiencias, pero la experiencia altera el recuerdo que tenemos.

Entonces, cómo puedes ver, prácticamente todo lo que hacemos todos los días está fuertemente influenciado por tus sesgos. Desde lo que interpretas y a lo que le pones atención, hasta a lo que le dedicas tiempo y lo que pasa a tu memoria. Todo sesgado, todo pasa por estos atajos que nos hacen una máquina de eficiencia, pero también una máquina de incongruencia.

¿Para qué sirve?

A ver, primero lo más importante:

Los sesgos son OBSERVACIONES del comportamiento humano, no son JUSTIFICACIONES. Una persona puede o no caer en estos sesgos, los sesgos pueden variar según el contexto de cada grupo de personas, no son generalizaciones, leyes, reglas.

Eso es un sesgo, generalizar, creer que esto nos ayuda a justificar todas las acciones de una persona.

Si haces investigación nunca, nunca, nunca dices “el cliente hace esto porque tiene el sesgo tal”, no lo sabes. No conoces el proceso cognitivo de esa persona para adjudicarle un sesgo.

Los sesgos son cosas alrededor de las cuales se diseña, son consideraciones que se toman en cuenta. “Es posible que el usuario perciba que esta es demasiada información, le voy a dibujar un diagrama para simplificarlo” “El usuario usa mucho esta palabra, la voy a utilizar para que lea algo que le resulte familiar”.

Ahora, creo que el principal aprendizaje de todos estos sesgos es ver lo increíblemente falible que es la mente, la tuya incluída. Y que la única manera de superar estos sesgos es el pensamiento crítico: Detenerte, observar, entender y cuestionar lo que supones.

Este concepto se relaciona fuertemente con el tema de metacognición. Una mente que está acostumbrada a no pensar va a tener más resistencia a la mente de alguien que constantemente está aprendiendo cosas nuevas y formando nuevas redes neuronales.

Cierre

Vamos a dejarla ahí. Si aprendieron algo invítenme un café con la liga en la descripción, compartan este episodio a quien creen que puede servirle y déjenme un like y un comentario platicandome lo que aprendieron.

Háganme llegar sus dudas por acá, Twitter o Linkedin para contestarlas en las siguientes ediciones y no olviden revisar la descripción del video para notas y referencias.

Nos vemos el próximo miércoles y… Felices trazos.

Notas del programa

Your Brain Is Not for Thinking
https://www.nytimes.com/2020/11/23/opinion/brain-neuroscience-stress.html

Cognitive bias cheat sheet

https://betterhumans.pub/cognitive-bias-cheat-sheet-55a472476b18

Every Single Cognitive Bias in One Infographic

Cognitive Bias Field Manual
https://capablemen.com/guides/cognitive-bias/

Si quieres saber más de mí y de mi trabajo puedes

¡Felices trazos!

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